miércoles, 14 de marzo de 2018

El nombre de la rosa

En un monasterio de la orden de San Benito, uno de sus monjes ha muerto sin explicación alguna. Para resolver el posible asesinato, llamaron a un fraile franciscano llamado Guillermo, el cuál llega al monasterio acompañado de su joven discípulo Adso. Una vez allí el fraile y su discípulo empiezan a investigar sobre posibles hechos que tengan que ver con la muerte de ese monje.
Este monasterio era famoso por su gran biblioteca llena de libros, algunos de ellos prohibidos. Monjes y frailes de todas partes iban allí para leer estos libros, pero pocos eran los que volvían con vida a sus tierras.
Tras la muerte del primer monje, todos los integrantes del monasterio fueron muy supersticiosos con todo lo que estaba relacionado con el tema religioso, gatos negros, gallos negros, el fin del mundo, etc. El fraile y su discípulo no creían  en este tipo de cosas, por lo que decidieron investigar por su cuenta.
Después de un tiempo investigando sin resultado alguno, sucedió otro asesinato. No había marca de ningún tipo, ocurrió en el refectorio y el monje se encontraba sobre un viejo libro. Cuando volvieron al lugar del asesinato con el inquisidor, el libro no estaba, eso les hizo estar alerta ya que las muertes tenían que ver con libros, y en concreto con los prohibidos.
Tras esta segunda muerte, sucedieron cuatro más y los frailes se dieron cuenta que el bibliotecario y el inquisidor no dejaban entrar a nadie y eso les llamaba la atención. Una noche se escabulleron para entrar en esa habitación y descubrieron todos lo libros y el por qué de las muertes. La causa era que a la hora de pasar las páginas se humedecían el dedo y la pagina estaba impregnada de una sustancia que los mataba, los curiosos que leían los libros prohibidos morían.
Una vez resuelto el caso castigaron al inquisidor llevándolo al "infierno". Los monjes dejaron de ser tan supersticiosos y el fraile y su aprendiz volvieron a su Tierra.

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